Kyouko Sakura {Break the rules)

- Altura: 1.67
- Peso: 52
- Cabello: Pelirroja, con el pelo largo, casi siempre recogido con un lazo negro en una coleta alta.
- Tono de piel: Pálida
- Color de ojos: Rojo Carmín
- Otros: Tiene un tatuaje en la muñeca, son dos alas de ángel que significan la libertad.
- Imagen:

Spoiler:

Su personalidad es de una chica callejera, violentas y fría con cualquiera que no se gane su cariño. Tiene la capacidad de dejar a la gente de lado y no sentirse culpable, en cambio la gente opta por seguirla, lo cual le molesta de sobremanera.  Es rebelde, de tal modo que casi siempre opta por evadir las clases, romper las normas, unirse a gente de muy mala reputación y hacer cosas que nadie más haría. Tiene un lado de que nunca debe perder, si ahí una pelea o un reto en el cual ella esté dentro, debe salir ganadora, sino retara a la persona hasta que consiga la victoria. También tiene un lado dulce y tímido, el cuál solo unas pocas personas consigue sacar a flote, en realidad siempre intenta esconderlo, pero cuando alguien está dentro de su corazón no puede evitar sacar todas sus personalidades, quiera o no. De normal en las relaciones se comporta como la Seme, es decir, suele atacar a su presa, la persona que le guste, pero nunca hace ver que tiene ese tipo de sentimientos.

Su historia comienza en los suburbios de la ciudad, donde los niños no deben salir más tarde de las 10 y dónde las mujeres siempre deben ir acompañadas de un hombre o en sustitución un arma para su protección. Nació siendo la típica niña barrio bajera, despeinada, sucia, llena de heridas, violenta y fría. Todo era así, la vida suponía pelear y ganarse un par de panes o una manzana roja con agujeros de gusanos, pero esa era su vida. Su madre trabajaba como sirvienta para personas de más alto rango social y su padre... bueno, su padre no existía, nunca tuvo una figura paterna a la que preguntarle por qué el cielo era azul o por qué los pájaros piaban, de esa manera desconfió de los hombres hasta el punto de sentirse atraída por chicas. Nunca tuvo una enseñanza digna, pero algo sí aprendió, a luchar, su especialidad eran las armas blancas, desde la más pequeña navaja hasta una espada de madera tan grande como ella. A los 12 años acompaño a su madre hasta su lugar de trabajo, una casa enorme, con ventanales, llena de flores y moquetas de color rojo. Allí conoció a la anciana que era dueña de la casa, la cuál la tuvo a su cuidado tanto tiempo que hasta la llamaba "Mi pequeña nieta". Su madre no se sabe qué ocurrió con ella, así que la anciana matriculó a la pequeña Kyouko en una escuela de señoritas, esperando y rogando por que su nueva familia llegara a dirigir su negocio de ventas a otros países.  Así qué aquí está la nueva estudiante, deseando pelear con maestros y llenar su corazón de nuevas amistades. (?)